Soria vivirá el miércoles el gran apagón analógico

La experiencia piloto ha sido promovida por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y se integra dentro del Plan de Actuación Específico para Soria (PAES), que tiene como objetivo el desarrollo de una provincia con tan solo nueve habitantes por kilómetro cuadrado.

Para realizar el cambio, los sorianos han contado con ayudas económicas para adquirir estos aparatos y para adaptar las antenas de las comunidades de vecinos. Asimismo, se han habilitado dos oficinas de información en el centro de Soria y otro en la localidad de Almazán y se han reforzado diferentes campañas publicitarias.

Varios vehículos rotulados han recorrido en los últimos meses los diferentes municipios involucrados. Desde la apertura de las oficinas informativas en noviembre, se han atendido más de 6.000 consultas. Los primeros meses, las preguntas iban referidas al acceso a las subvenciones, pero con el tiempo se ha ido abriendo el abanico de cuestiones.

En la Plaza Mayor, donde se ha colocado un letrero electrónico con una cuenta atrás, los peatones ya pasean indiferentes ante el cartel parpadeante. La mayoría de los sorianos han acogido la medida y con escaso entusiasmo. En esta misma plaza, el día 23 de julio a las 12.00 del mediodía tendrá lugar la celebración del apagón con la presencia del ministro de Industria, Miguel Sebastián.

Desinterés e Incredulidad

Según fuentes oficiales, el 92% de la población que habita en la zona del apagón está ya preparada para el cambio. Algunos no se han comprado el aparato por pereza, otros por falta de interés. También hay quienes disponen de otros servicios de televisión de pago y seguirán viendo los canales habituales, e incluso los hay que no acaban de creérselo y esperan a que se oscurezca la pantalla.

Alfonso Blasco, estudiante de Comunicación de 23 años, reconoce que aún no dispone de TDT. «Aún no tengo el aparato por vagancia y por no ir a comprarlo. Tengo tres televisiones en casa y necesito comprar otros tantos aparatos». Aunque afirma que hará las compras en próximas fechas, tiene claro que el desembolso económico también supone un freno: «Imagino que por menos de 150 euros no me saldrá la broma». Sobre el inminente apagón explica: «Por mucho que hayan puesto centros de información, la mayoría de la gente que vive en Soria es gente mayor, y es la gente de esa edad se entera bastante menos de las cosas de tecnología. A mi abuelo le dije que tenía que poner un aparato en el pueblo para ver la televisión y dijo que a sus 85 años hasta que no vea nada no lo pone».

En efecto, los ancianos viven con distanciamiento el cambio. La mayoría muestra desinterés y, como el resto de la población, se queja de tener que realizar un desembolso económico. Muchos cuentan ya con receptor, pero no lo utilizan y reconocen que tienen algunas dificultades, Nicolás Marín, jubilado de 86 años, asegura que tiene «la televisión y el cacharro nuevo pero no me entero con tanto lío».

Ángela trabaja en una librería pedagógica. También tiene dos receptores de TDT en casa pero lamenta no poder utilizar en un futuro los televisores de menor tamaño. Por otra parte, reconoce que la calidad digital es evidente: «Sí, se nota, la calidad es mejor». Pero por ahora no disfruta de la amplia oferta de canales: «Yo sintonizo unos cinco canales. En casa de mi hija, que es un piso, tiene cerca de veinte». Y se pregunta: «¿Por qué se han acordado de Soria para esto y no para lo demás?», en referencia a la escasez de infraestructuras y a las carencias que padece la provincia. En general, todos prefieren menos canales pero más calidad de contenidos.


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