Tuesday, June 19, 2007

TDT y televisión por internet, frente a frente.

El año que viene, los habitantes de Soria dejarán de recibir la señal analógica de TV. La comunidad castellana ha sido elegida para desarrollar la experiencia piloto del apagón analógico, que será general en 2010. Para esa fecha se supone que todo quisqui tendrá un televisor con sintonizador de TDT o habrá adosado uno a su pantalla de siempre. O no. Las emisiones de TDT se venden como el futuro de la televisión, pero lo cierto es que no son la única opción disponible ni la más extendida. Muchos otros sistemas de distribución de contenidos que han nacido al abrigo de Internet están haciéndose un hueco entre los consumidores y se desconoce aún cuál será el que más segmento de mercado atraiga.

El primer rival de la TDT es una aplicación a una tecnología ya conocida llamada IPTV (Internet Protocol Television). La tecnología no es nueva; su uso, sí. Se trata de codificar la señal de TV y enviarla en paquetes de datos hasta un receptor que puede ser un ordenador o un dispositivo específico más sencillo de utilizar para el usuario de andar por casa. No hay que irse muy lejos para buscar ejemplos de esta tecnología. El servicio de televisión Imagenio de Telefónica es IPTV. Jazztel y Orange también lo ofrecen bajo los nombres de Jazztelia TV y Orange TV. La principal ventaja de este medio es la interactividad y la posibilidad de personalizar los contenidos completamente. La disponibilidad de una red propia de servidores permite mejorar la velocidad de acceso respecto a otros servicios.

Parrilla a la carta

Hoy en día ya no es ninguna novedad ver un ordenador conectado a la TV. Los ‘mediacenter’ u ordenadores de salón permiten ver contenidos del PC en la pantalla grande. La cosa empezó con películas en formato DivX o MPeg. Hoy, la moda son las series de TV, especialmente éxitos de ficción tanto nacionales como extranjeros que van desde ‘House’ o ‘Prison Break’ hasta ‘Camera Café’ o la extinta ‘Aquí no hay quien viva’. Muchos usuarios de ‘mediacenter’ han decidido montar su propia república independiente y hacer su programación tirando de las redes P2P. El lunes programan una serie, el martes, otra. El jueves, quizá una película. Las ventajas son evidentes, ya que cada uno fabrica la parrilla que más le gusta, sin anuncios y sin consumo pasivo de «me trago lo primero que me echen».

Para rematar, los piratas suelen colgar los nuevos capítulos al ritmo de los estrenos de los canales vía satélite. Eso permite ver nuestra serie favorita antes de que salga en el canal de televisión de turno y sin el estrés de que puedan cambiar su horario de emisión doce veces o suspenderla sin previo aviso. Todo este tinglado es de dudosa legalidad a la luz de los derechos de propiedad intelectual, pero existe y funciona. Más de un experto en márketing debería tomar buena nota de las costumbres de estos rebeldes, porque cada día son más.

Los hijos de Youtube

La televisión por Internet no sólo consiste en jovenzuelos descargando series con el ‘emule’. El éxito de servicios de vídeo online como Youtube ha generado muchos proyectos que tratan de tomar la delantera en el mercado que se intuye. Uno de los que más expectativas suscitan es Joost, un programa que, una vez instalado en el PC, recibe contenidos de televisión. A diferencia de Youtube, Joost funciona a pantalla completa con una considerable calidad a costa de un mayor ancho de banda. El programa, que aún se halla en su fase de pruebas, ha sido desarrollado por los mismos creadores del popular programa de telefonía IP, Skype.

Microsoft inició un servicio de vídeo online similar a Youtube, pero acabó clausurándolo debido a problemas con la piratería. El sistema, no obstante, está ahí y ya ha sido bautizado con el nombre de Hoop TV o Hooping Television. En no mucho tiempo, el software logrará que se puedan emitir contenidos streaming con una relación calidad/ancho de banda aceptable. La Hoop TV permitirá que todo particular, empresa u organización pueda abrir su propio canal de TV por Internet.

Además del PC, diversas empresas prueban suerte con dispositivos que tratan de simplificar el acceso a contenidos televisivos online eliminando el ordenador como intermediario. La misma Apple ha comercializado recientemente un dispositivo llamado AppleTV, un módulo que se conecta al televisor y al ordenador de casa y reproduce contenidos visuales de i-tunes. Aparte de su utilidad para ver películas, Apple TV abre la puerta a la venta de todo tipo de contenidos en formato ‘streaming’ o descargable. La iniciativa no es la única.

Todas las consolas de nueva generación disponen de posibilidad de conexión a Internet. La razón original de esta conexión es el poder jugar online, pero estos aparatos también son capaces de reproducir vídeo y los fabricantes no han tardado en sumar dos y dos. Xbox 360, PS3 y Wii compiten hoy en una carrera por ofrecer a sus usuarios un servicio de películas descargables online. Los sistemas anticopia DRM permitirían descargar la película en ‘pay per view’, verla un número limitado de veces y borrarla. Es el mismo servicio que da un videoclub, pero sin moverse del salón.

Mal servicio en España

A pesar de todas las iniciativas, intentar ofrecer televisión por Internet en España es como intentar conducir un Ferrari por una comarcal de segunda categoría. Y es que las vías que forman la red de redes en este país no son autopistas de la información, sino carreteras de mala muerte llenas de baches, mal peraltadas y, encima, con peajes. Lo decía un reciente estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU): Internet en España es lento y caro.

La piel de toro está a la cola en calidad de servicio y, sin embargo, somos los que más pagamos. Si a ello añadimos que muchas compañías telefónicas operan en varios países, sólo nos queda pensar que es que nos han tomado por idiotas. Si no, no se entiende que la misma oferta de la misma compañía cueste menos en Portugal que aquí y proporcione mejor servicio allí.

La distribución de contenidos televisivos por Internet requiere de un considerable ancho de banda. Un solo canal en definición estándar de TV ya ocupa cerca de 1,5 megabytes de ancho de banda. Uno en formato HDTV ocuparía cerca de ocho. A menos que se baje drásticamente la calidad del audio y el vídeo, eso significa que los más afortunados podrían ver dos canales de HDTV. Los demás tendremos que conformarnos con ver la nueva carta de ajuste, que será una ventana de Windows con la frase: «Por favor, espere».


+ info en: http://canales.laverdad.es/guiaocio/pg150607/suscr/nec9.htm


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