Las debilidades de la TDT

Cuando en noviembre de 2005 se volvía a relanzar la TDT en España, la publicidad que se hizo de la nueva tecnología prometía una imagen y sonido de alta calidad, impecable, y sin ninguna de las interferencias habituales de la señal analógica (la tradicional «nieve»). Ahora, cuando la penetración de la TDT en los hogares españoles ha pasado ya del 4,9% al 14,4%, los usuarios se han encontrado con la otra cara de la moneda: la televisión digital puede que no tenga interferencias, pero los canales desaparecen y la imagen es, con frecuencia, muy pobre, pixela.

El problema, explican varios técnicos, es que a diferencia de la señal analógica de televisión, la señal digital o llega o no llega. En otras palabras, cuando hay interferencias no es que la televisión se vea peor, es que simplemente los canales desaparecen.

El receptor de TDT rastrea a través de la antena las señales de televisión digital (que viajan también por el aire, como las analógicas). El problema es que, si no encuentra la secuencia digital completa que le indica que en determinada frecuencia hay un canal, simplemente no lo sintoniza. Por eso muchos usuarios se están encontrando con que a menudo les desaparecen los canales.

No vale de mucho volver a sintonizar porque, en realidad, los receptores de televisión digital terrestre no sintonizan y dejan grabados los canales como sucede con la televisión analógica. Más bien rastrean permanentemente la frecuencia. Se entiende bien si se compara con una radio.

Al encender un descodificador de TDT y poner el primer canal es como si se girara el dial de la radio. El descodificador busca en ese segmento qué canales están emitiendo. Al pasar a otro canal es como si se volviera a girar el dial y el descodificador vuelve a buscar.

Si la señal de la TDT fuera una señal fuerte no habría muchos problemas, pero hoy por hoy la señal de la televisión digital es muy débil.

Según los técnicos es un problema de los repetidores (los mismos que los de la televisión analógica) que en muchos casos todavía están en pruebas y que Fomento todavía estaría modificando para mejorar esta señal.

Con pocos repetidores y una señal débil, la cobertura es escasa, será difícil que se capten bien todos los canales y, además, en el caso de Asturias el problema se agrava por la orografía.

Si una onda analógica rebota contra una montaña, no hay mayor problema. La onda continúa su camino con la misma intensidad. Sin embargo, una onda digital al rebotar contra una montaña se va debilitando. Al final, puede llegar tan deteriorada que no se sintonice casi ningún canal.

Si la señal de la TDT es débil y cualquier interferencia en vez de traducirse en nieve provoca que el descodificador no sintonice el canal, es normal que en circunstancias atmosféricas complicadas o con algún otro tipo de problema se pierdan los canales: así en tormentas, incluso aunque no sean eléctricas, o cuando hay bajones de tensión en la red, los canales desaparecen. Sin embargo, no hay que volver a sintonizarlos. Hay que esperar a que la señal vuelva. Al volver a repasar los canales, el propio descodificador volverá a sintonizarlo.

Tampoco han dado muy buen resultado las supuestas antenas especiales para la TDT. Aunque se anunció que harían falta nuevas antenas o potenciadores de señal, lo más práctico es comprarse el descodificador, probar con la antena de toda la vida y cambiarla sólo si en el primer caso o con una antena estándar no se sintonizan los canales.

Con el desarrollo de la tecnología y su implantación, se da por hecho que la señal mejorará y desaparecerán estos problemas.


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