Paradojas de la televisión. La tecnología digital terrestre echa mano del satélite para cumplir los compromisos de cobertura adquiridos por el Gobierno. El alto coste de llevar las señales a zonas de escasa población o de especiales dificultades orográficas está propiciando que el transporte de las nuevas señales se realice a través del satélite. Es el método más rápido, eficaz y barato. Pese a todo, la expansión de la TDT supondrá un fuerte desembolso económico. El Ministerio de Industria invertirá este año 75 millones de euros y las comunidades autónomas emplearán abundantes fondos públicos para que la televisión llegue a todos los rincones. Sólo en León, la diputación calcula que necesitará 12 millones de euros para llevar la TDT a 440 poblaciones desperdigadas, en las que viven alrededor 35.000 personas.
El plan piloto de Soria, donde el apagón analógico llegó hace ya seis meses, ha puesto de manifiesto que las señales de los nuevos canales necesitan el apoyo del satélite para que puedan ser recibidas por los espectadores. En varias poblaciones incluidas en el proyecto denominado Soria TDT sólo es posible captar la programación de los 23 canales estatales de televisión y los 12 de radio gracias al satélite Hispasat (participado por Abertis, empresa que explota la red de difusión terrestre) y a descodificadores especiales fabricados por Televés que cuestan alrededor de 450 euros.
Tecnología punta
El Ministerio de Industria asegura que en algunas zonas incluidas en el proyecto Soria TDT se ha instalado "un novedoso receptor vía satélite" con tecnología "puntera" para solventar las dificultades de recepción. Este dispositivo se ha desarrollado "expresamente" para el proyecto. Así es como ha sido posible llevar las nuevas señales a algunas de las 162 poblaciones (18.500 hogares) incluidas en el ensayo general hacia la TDT realizado en España. Poblaciones como Alaló, Santervás de la Sierra, Paones, Carrascosa de Abajo o Fresno de Caracena están salpicadas de antenas parabólicas que reciben las programaciones directamente desde el cielo.
La solución utilizada en este proyecto ha sido cuestionada por el operador de satélites Astra -competidor directo de Hispasat-, para quien esta prueba piloto "no ha sido tecnológicamente neutral". Esta empresa ha peinado la zona que abarca el apagón analógico (la mitad de la provincia, aproximadamente) de la mano de un notario y de un ingeniero de telecomunicaciones. Y ha concluido que el plan de ayudas del Estado no se ajusta a lo autorizado por la Comisión Europea ya que "ha sido ejecutado de manera deficiente" y "distorsiona la competencia".
En opinión de Astra, las instalaciones "no han sido neutrales". Esta empresa, que canaliza el 80% de la distribución de televisión por satélite en España, afirma que no sólo se han realizado instalaciones colectivas para comunidades sino también en domicilios particulares, y se han colocado antenas parabólicas para captar las señales en viviendas individuales y en lugares privados, como bares. En cuanto a los descodificadores, se han empleado, según la misma empresa, aparatos que no son MHP (es decir, no son aptos para servicios interactivos). Además, algunos solo permiten recibir la TDT de forma terrestre o satelital, pero no sirven para ambos sistemas de transmisión.
Para ampliar la cobertura televisiva se puede utilizar varias vías: el satélite, el cable o el ADSL. Todos los expertos coinciden en que el satélite es el medio más eficaz y barato. El presidente de Astra, Luis Sahún, recuerda que es la solución empleada en países como Portugal, Francia e Italia. "En lugar de ir por esa vía, el Gobierno abre la caja de las subvenciones", añade. Para que las señales lleguen a toda la población, la compañía calcula que será necesaria una inversión de 350 millones de euros.
El grueso de la financiación procederá de las arcas autonómicas. Aunque el Gobierno central también arrimará el hombro. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció hace dos meses en el Senado una dotación de 75 millones de euros para la implantación de la TDT. Sólo para campañas de comunicación se destinarán 5,5 millones de euros en una primera fase.
De los concursos convocados por las comunidades autónomas, Astra ha impugnado los de Castilla y León, Madrid, Cataluña y Asturias. Sahún asegura que son "un traje a medida" para Abertis. "No podemos competir en igualdad de condiciones. Además, no se están cumpliendo los objetivos de la digitalización. Se está utilizando una tecnología y unos medios que no van a permitir llegar a tiempo, cuando hay otros métodos más eficaces".
Por un lado, el Gobierno ratifica el calendario y las fases de cobertura. Por otro, Abertis recuerda que es "un operador neutro" y que por mandato de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones tiene la obligación "de abrir las infraestructuras de transporte y difusión de la televisión a cualquier empresa que lo solicite".
Alcanzar una cobertura universal es el plan de Industria. Pero la red terrestre llega aproximadamente al 98,5% de la población. El restante 1,5% exige un elevado coste económico. Por eso, a estas zonas, remotas y generalmente poco pobladas, la TDT caerá del cielo gracias al satélite. Sahún critica que las Administraciones vayan "por la puerta de atrás". Y recuerda que su compañía ganó el concurso convocado en Cantabria, que fue cancelado unilateralmente por una "decisión sobrevenida de la administración del Estado", según alegó la comunidad.
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